miércoles, 22 de diciembre de 2010

¿2010: AÑO INTERNACIONAL DE LA BIODIVERSIDAD?

Acabamos este año con una decepción. La ONU declaró el 2010 como el año de la biodiversidad. Es la fecha que se propuso la comunidad internacional para frenar la pérdida de biodiversidad. Absurdo. No se ha conseguido ni por asomo. Ahora se plantea, y tan sólo la U.E., conseguirlo en 2020. Tanto habría por cambiar... Deberíamos entender que es el año para la biodiversidad. Pero en realidad ha sido el año contra la biodiversidad. Y esta es la tendencia.
Dehesas de la Sierra de Cardeña

Ecologistas en acción, en este sentido, ha publicado la "lista negra" de políticos y empresarios que han propiciado que este sea un año triste para la biodiversidad en España.
(podéis ver los motivos en este link: http://www.ecologistasenaccion.org/article19365.html)

1. José Manuel Durão Barroso, Presidente de la Comisión Europea.
2. José Luis Rodríguez Zapatero, Presidente del Gobierno de España.
3. Elena Espinosa, Ex Ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.
4. José Blanco, Ministro de Fomento.
5. Paulino Rivero, Presidente del Gobierno de Canarias.
6. Esperanza Aguirre Gil de Biedma, Presidenta del Gobierno de la Comunidad de Madrid.
7. José Antonio Griñán, Presidente de la Junta de Andalucía.
8. Marcelino Iglesias, Presidente de la Comunidad Autónoma de Aragón.
9. Maria Jesús Ruiz, Vicepresidenta Primera y Consejera de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.
10. José Luis Navarro, Consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente de la Junta de Extremadura.
11. José Luis Martínez Guijarro, Consejero de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta de Comunidades de Castilla La-Mancha.
12. Juán Gabriel Cotino Ferrer, Vicepresidente tercero y Conseller de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda de la Generalitat Valenciana.
13. Francesc Triay. Presidente Autoridad Portuaria de Baleares.
14. Luis del Rivero, Presidente de Sacyr Vallehermoso.
15. Juan Luis Arregui, Presidente del Grupo Empresarial ENCE S.A.

Cuanto menos desalentador. Falta conocimiento por todos lados. Por un lado falta conocimiento en ciencias para poder hacer acciones en favor de la biodiversidad de manera más eficiente y barata. Por otro lado falta conocimiento por parte de los científicos para saber transmitir los peligros que se nos vienen encima.
Y aquí viene un problema importante: la desconfianza general hacia los científicos (o por lo menos la falta de importancia que se les da). De un médico, un ingeniero civil, un abogado, etc. no tendemos a creer que no tiene razón. En las palabras de biólogos y otros científicos (recordamos que son ciencias experimentales, con un método muy contrastado) no hay porqué creer. Eso es un gran error.

Quizás pueda parecer que las acciones de tan nobles personas de la "lista negra" puedan no tener repercusión en nosotros. La pérdida del atún rojo. La fragmentación de espacios por infraestructuras. La desprotección de las especies canarias amenazadas. El desarrollo urbanístico incontrolado y la especulación. La destrucción de tantos y tantos hábitats. La potenciación de energías fósiles. La caza ilegal. La destrucción de los mares. El favorecimiento a las invasiones de especies exóticas. Y tantas otras...
Flora mediterránea
El medio ambiente no es aquel lugar al que vamos el fin de semana. La naturaleza es todo lo que nos envuelve, aunque esté tan transformada a nuestro alrededor que no sepamos reconocerla. Estamos tan ligados a ella que es absurdo pensar que cualquier daño que le hagamos no nos va a doler a nosotros también. Podemos pensar que la desaparición de una especie de hormiga, por ejemplo, no nos puede repercutir. Necedad. Salvando cualquiera de los motivos éticos por los que frenar la pérdida de la biodiversidad, que no sepamos los efectos que puede provar no significa que no nos afecte.

Es de necios pensar que en época de crisis lo menos importante es el medio ambiente. Está demostrado, además, que proteger la naturaleza genera riqueza, y me refiero a riqueza en valores económicos, monetarios. Recomiendo leer e informarse. Entre otros libros "La naturaleza en peligro" de Miguel Delibes es un muy buen ejemplo. Y se han dado demasiados ejemplos en esta crisis. Nuevas infraestructuras se han supuesto como una forma de generar riquezas a cualquier precio (ambiental). Fusión de Medio Ambiente y Agricultura en muchas administraciones, lo que en un principio sería muy positivo, ha supuesto la pérdida de inversión en conservación hasta la mitad (justo en  el año ¿para? la biodiversidad).


Estamos provocando un cambio en el clima, que aunque los niveles de este cambio no parezcan alarmantes, va a generar (y está generando) grandes catástrofes. Si lesionamos, además, tanto a la naturaleza le estamos dificultando la capacidad de adaptarse. Y recordad, nosotros formamos parte de la naturaleza, también nos limitamos la capacidad de adaptarnos. Por poner un ejemplo: el uso de transgénicos implica una desaparición paulatina de variedades locales. Estas variedades locales acostumbran a tener adaptaciones a las situaciones del lugar. ¿Quién nos dice que en un futuro demasiado próximo no vamos a necesitar una variedad de trigo que soporte niveles más elevados de temperatura o de salinidad?

Lo peor de todo esto es la falta de esperanzas, ya. Los países que se están desarrollando siguen el camino de las primeras potencias. En el caso que lo consiguieran harían falta los recursos de ocho planetas para abastecernos. Pero no podemos negarles el desarrollo. Lo que podemos hacer es mostrar cuál es la mejor forma de desarrollarse, porque nosotros sí podemos, ahora. Pero viendo cómo ha ido este año, el sentimiento es desesperanza.

Auguro, si las cosas no cambian, un futuro de hambre, guerras, insalubridad y tristeza.

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