lunes, 13 de diciembre de 2010

QUÉ ENVIDIA ME DAS...



Sí chico, sí... Te envidio.

Te envidio por haber nacido en esa pequeña casa manchega, apartada de la gente, de las miradas curiosas y de las malas lenguas. Te envidio por la tranquilidad que te envuelve, por la inocencia. Te envidio por tener toda la vida por delante. Te aconsejaría que trataras de no equivocarte nunca en la vida, que intentaras volar siempre tan alto como pudieras. Aunque sé que es imposible. Sé que errarás. En unos días habrás crecido lo suficiente y podrás volar. Podrás escoger con demasiada facilidad. Podrás ir aquí y allá. Quisiera aconsejarte que descubrieras el mundo entero, que no pararas nunca y que disfrutaras todo momento más que el anterior.

Es demasiado fácil equivocarse. En el campo hay muchos peligros. Venenos. Depredadores. Escopetas. Sólo vive. Estira bien tus alas, un par de aleteos para entrenarlas, y alza el vuelo. 
 
Ornitología, Botánica, Ecología, Conservación y algunas vomitonas cerebrales.

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