El día empezó de la mejor manera posible. PN del Gorbea, a la salida del sol. Un espectáculo que llevaba semanas esperando. Y no defraudó. Este invierno millones de individuos de pinzón real (
Fringilla montifringilla) se han puesto deacuerdo para, tras haber criado en las estepas siberianas, para aprovechar la gran cantidad de insectos estivales, venir a pasar el invierno en la península. Pero no lo han hecho desordenadamente, sino que han escogido una pequeña parcela, en el Gorbea (el Benidorm invernal del pinzón real). En una pequeña parte del terreno duermen durante las noches en las coníferas de las explotaciones forestales unos 2.500.000 de ellos. Verlos salir, para desplazarse (todos!) hacia los lugares de alimentación era nuestro propósito. Y durante más de media hora (son curiosos esos tiempos que eres incapaz de medir) una riada (tanto por el aspecto como por el sonido) de pequeños pajarillos volaba en armonía, casi sin rozarse. Sin palabras. Y por desgracia sin imágenes (me resultó imposible por la poca luz). Pero será un momento retenido durante mucho tiempo en mi retina.
Con el pecho ancho nos metimos en la capital, primero para algunos recados y sablazos y desayunar otra vez. En mejoradas condiciones nos fuimos al casco antiguo de la ciudad y allí los ojos bien abiertos.
La arquitectura de los edificios nos va acompañando por un paseo hacia tiempos anteriores. Empezamos por al Plaza de España.
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Iglesia San Martín Arcángel, tras la Plaza de España |
Además de la arquitectura las pinturas embellecen muchos rincones, con un color y un relieve impresionante.
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Graffiti en un muro de la ciudad |
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Pintura mural en una fachada, dedicada a las artesanas |
Pero quizás, lo más importante es la conservación de ese pasado, esa historia propia que fascina al ojo ajeno.
Tejados, portales, edificios, barandas, campanarios, piedras labradas, balconadas...
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Tejados del casco antiguo |
Colores, texturas, olores...
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Edificio contiguo a la Catedral de Sta. María |
Bien conservada la historia. pero bien conservada la naturaleza. En la ciudad nos acompañan los gorriones comunes (
Passer domesticus) pero rodeando la ciudad hay una anilla verde, y salpicándola grandes parques. Todo ello ha hecho que Gasteiz sea la Ciudad Verde de Europa de este 2011.
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Passer domestius en el museo arqueológico |
Es curioso. Hay ciudades que me han provocado una sensación especial. Quizás no sean las más bonitas, pero me han parecido más atractivas.
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Portal en el casco antiguo |
Ha sido genial volver a veros. Ha sido genial disfrutar tanto estos días. Ha sido genial compartir estos paisajes con vosotros.
Gracias de corazón.
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